miércoles, abril 21, 2004

(parte 1/4) Los bichos a rayas

Hace más o menos un año, nos mudamos a la nueva casa.
En las afueras de Onda, bastante más grande que el piso donde vivíamos, con suficiente sitio para E., nuestros hijos y yo.
Descubrimos que en esa zona, abundaban una especie de gusanos con un montón de patas y dos antenitas muy graciosos. Estaban en las paredes del patio, en la calle; si te descuidabas, alguno se te colaba en casa. No medirían más de cuatro centímetros. El cuerpo del gusano estaba 'segmentado' (creo que se dice así), tema de vital importancia para el nombre que les pusimos.
A los niños y a mí nos hicieron mucha gracia estos bichos; los cogías, y reptaban por tu mano, sin hacer nada. O se quedaban quietos y se enroscaban como orugas. No tardamos en darles un originalísimo nombre: "bichos-a-rayas".
Al final acabaron siendo compañeros de juegos habituales de los niños.
Ligeramente preocupado, me puse a buscar (en internet, en la biblioteca) qué eran exactemente los bichos a rayas (demasiada familiaridad, no sea que dieran algún problema de salud a los niños). Tras dos días (sí, soy de letras, qué pasa?) de búsqueda y análisis de los bichitos de marras, encontré la solución:
- Reino Animal > Invertebrados > Artrópodos > Miriápodos > Diplópodos > Especie Julida (es decir, un vulgar milpiés)
Totalmente inofensivo para los críos (espero; si hay algún zoólogo que tenga algo que decir, plis, un e-mailito de nada).
En resumen: tiempos felices, respeto a la naturaleza, tardes entretenidas buscando bichos a rayas.