Cof, cof, cuánto polvo...
(copiado del blog de Imperator en una ocasión).
Escribir en el blog no es una obligación, claro. Yo pensaba que escribía más en malos momentos y menos en buenos momentos, pero tampoco es así. Estas últimas fechas ha habido momentos malos y buenos, y no he encontrado la inspiración -o un ratito- para escribir por aquí.
Ni por aquí, ni en innumerables listas de correo, o sección de comentarios de otros blogs amigos; sin teclear muchas letras en internet, vamos. Hace unos días que intento corregirme (no en vano soy "el señor de los ladrillos" en las listas de correo, y hay que mantener la fama merecidamente ganada).
Los niños están creciendo, como debe ser. El mayor ya modela plastilina mejor que yo, el mediano lo aprueba todo -no digo que dibuja mejor que yo, porque eso lo ha hecho siempre-, y el pequeño ya se atreve a leer algunas sílabas y todo.
Hablando de leer, y para terminar una entrada cortita (a ver si me da ganas de escribir otra en el otro blog, o en éste en uno o dos días), os cuento que durante mis trayectos diarios en tren (paso casi dos horas ahí metido) me he vuelto a aficionar a la lectura en vez del mp3.
Durante estas semanas han caído, uno detrás de otro, desde el tercer libro de Harry Potter hasta el sexto. Toy empapado de potterismo, y creo que si cojo un lapiz y digo algún latinajo, algo raro pasará. Ahora cuando vuelva el jefe....
(copiado del blog de Imperator en una ocasión).
Escribir en el blog no es una obligación, claro. Yo pensaba que escribía más en malos momentos y menos en buenos momentos, pero tampoco es así. Estas últimas fechas ha habido momentos malos y buenos, y no he encontrado la inspiración -o un ratito- para escribir por aquí.
Ni por aquí, ni en innumerables listas de correo, o sección de comentarios de otros blogs amigos; sin teclear muchas letras en internet, vamos. Hace unos días que intento corregirme (no en vano soy "el señor de los ladrillos" en las listas de correo, y hay que mantener la fama merecidamente ganada).
Los niños están creciendo, como debe ser. El mayor ya modela plastilina mejor que yo, el mediano lo aprueba todo -no digo que dibuja mejor que yo, porque eso lo ha hecho siempre-, y el pequeño ya se atreve a leer algunas sílabas y todo.
Hablando de leer, y para terminar una entrada cortita (a ver si me da ganas de escribir otra en el otro blog, o en éste en uno o dos días), os cuento que durante mis trayectos diarios en tren (paso casi dos horas ahí metido) me he vuelto a aficionar a la lectura en vez del mp3.
Durante estas semanas han caído, uno detrás de otro, desde el tercer libro de Harry Potter hasta el sexto. Toy empapado de potterismo, y creo que si cojo un lapiz y digo algún latinajo, algo raro pasará. Ahora cuando vuelva el jefe....
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