martes, diciembre 13, 2005

Seguimos

Micagüen mi estampa. He escrito sólo una entrada en octubre, otra en noviembre, y ésta es la primera de diciembre (que es un martes y trece, para ver si me da suerte inversa). Tengo esto muy abandonado; con lo útil que me ha sido el bloguecito para diversas cosas, no es cuestión de tratarlo tan mal.

Se nos acaba ya este año, que será de muy especial recuerdo para mí. El año que viene, el 2006, debe estar marcado por las oposiciones esas a las que me debo presentar si quiero estabilidad en mi trabajo. Las oposiciones lo marcarán para bien o para mal, al menos el primer semestre.

Mientras tanto, mis hijos siguen creciendo (cuando el mediano doble su edad, igual ya es más alto que yo y todo, juas); y yo vivo inmerso en mis problemas cotidianos, y haciendo del equilibrio familiar una situación estable y cómoda. Es decir, que estupendo.

Bueno, a ver si doy al "publicar" con un post en condiciones, que tengo una historia que contar; y se debe contarlas, si las hay.

¡Ah! Y me faltan cuatro días para cumplir treinta y un años. Y sigo sin estar calvo (ya falta menos, ya).