lunes, junio 28, 2004

A bit of respect, please

Empiezo con las cinco del viernes (atrasadas), que van sobre niños, y luego os comento dos cosas sobre los niños en general...

1) ¿Hasta qué edad creiste en los Reyes Magos (o Santa Claus)? ¿Quién te descubrió la triste realidad?
¿Qué pantomina de hasta que edad o triste realidad? Yo estoy seguro de la existencia de los Reyes Magos, y de Papá Noel, que vienen a casa en Navidad y nos traen regalos a todos. Es posible que, en ocasiones, los padres y los amigos debamos echarles un cable; pero eso no merma su magia ni su existencia.

2) ¿Te dejaba el ratoncito Pérez algún regalo debajo de la almohada a cambio de los dientes que se te caían? ¿Cuál era el regalo?
¡Pues claro! Y ahora no me deja porque no se me cae diente alguno (no sé si mi dentista está de acuerdo con esto), que si no también. Cuentos, chuches, una moneda: lo que tuviera a mano (es un ratón, no le vas a pedir más!).

3) ¿En que juego infantil eras imbatible?
Estoo.... ¿en el de "ser el pringao de la clase" vale como juego infantil?

4) ¿Coleccionabas cromos?¿Llegaste a terminar alguna colección?¿Cómo llamabas a los cromos que te faltaban y a los repetidos?
Sí; aún conservo un album de Bola de Drac entero (aunque no lo hice precisamente de muy niño...ejem...).

5) ¿Llevabas bata (baby, delantal...) en el colegio? ¿Cómo era?
Uys... creo que sí, pero ahora no estoy muy seguro; mis críos, que van al mismo colegio que yo fui, llevan un babero de color blanquiazul, con dos bolsillos que llenan de piedras, caramelos, colorines y demás elementos naturales.

Y, tras la introducción infantil, de lo que os quería hablar: respeto, por favor.

Premisa mayor 1º: los niños son niños.
Premisa mayor 2º: los niños no son gilipollas por ser niños.
En esta vida (aunque no llego a los treinta), me he cruzado con muchas personas. Algunas se merecían respeto, otras no; algunas fueron perdiendo ese merecimiento, y otras se lo fueron ganando. De todo hay, como es normal.

Pero, si me he cruzado con personas que siempre han merecido el mayor de mis respetos, éstas han sido, sin lugar a dudas, mis hijos. Los niños.
Son extraordinariamente buenos, leales, generosos, comprensivos, fuertes de corazón, tolerantes, alegres, sensibles, empáticos... podría alargar la lista hasta el infinito. No están contaminados, como nosotros, los mayores.
No he encontrado jamás un solo adulto que reúna las cualidades del interior de un niño.

Y aun así, la conducta diaria de la gente con los niños está marcada por su falta de respeto.

Un niño hace un dibujo, le cuesta 20 minutos. Va a enseñárselo a un adulto. El adulto está viendo el fútbol o el nuevo lío de algún famosillo en la tele, y le presta una atención mínima al dibujo infantil. Total, sólo es una creación propia que ha llevado una eternidad al niño (20 minutos es mucho tiempo en esa época) frente a una chorrada que ni va ni viene ni cambiará en nada la vida del adulto.

Un niño está enfadado o triste. No cena casi nada, y se va a la cama a regañadientes y pataleando un poco. ¿Solución? Bofetada, y a la cama sin chistar. Da igual el motivo por el que el niño esté enfadado o triste... ¡si no se duerme pronto, el adulto no podrá ver con tranquilidad la peli que ni le va ni le viene ni cambiará su vida! Ah, por cierto... ¿en el caso de que la bofetada se la lleve el marido o la mujer, en vez del niño, no es lo mismo, verdad? ¿por qué no es lo mismo? ¿es que el niño se puede defender más que el cónyuge si se le abofetea, o será al revés, que el niño se puede defender menos?

Un niño quiere colorines, porque los que tenía se han roto o se han perdido, y le quedan dibujos de sus superhéroes por terminar. Cuestan dos euros. Un adulto quiere tabaco (nocivo para su salud y para la del niño) porque tiene el vicio, y está vez sí le va y sí le viene (para mal). Cuesta veinticinco euros el cartón de diez paquetes (y el cartón de tabaco se acabará antes que los colorines). Se acaba comprando el tabaco. Hay que ahorrar, no hay dinero para chorradas (atención: la chorrada es la creatividad del niño, sean colorines o plastilina, no el tabaco!!!), y además, el niño es un caprichoso y un egoísta (mira que no entender la necesidad del adulto de fumar, y si puede ser, contaminarse un poco como fumador infantil-pasivo!).

Respetemos a los niños, por favor.
Por favor.

viernes, junio 25, 2004

Noche de San Juan, y Tierra Media.

(NOTA) Tal vez este post sea demasiado friki, pero tenía que escribirlo; yo sé lo que pasó en realidad la noche de San Juan y lo que es fantasía, pero, si se lo preguntáis a alguno de mis hijos, no tengo muy claro que sepan qué pasó y qué no. ;-)


El miércoles, hacia las diez de la noche, llegamos E., los niños y yo a la playa de Castellón.
Era un día sombrío y gris en la Tierra Media, distinto de las jornadas precedentes, llegamos a la gran explanada junto al mar.

Sacamos los trastos, las toallas, nos tiramos en la arena, niños jugando con la arena, un montón de gente por allí divirtiéndose y preparando la hoguera.
Habían muchos valientes de Rohan apostados en la explanada; nosotros, montaraz, elfa y tres hobbits, montamos nuestra tienda de campaña.

A lo lejos (unos 500 metros), empezaba a arder la hoguera municipal -del Ayuntamiento, se supone-, de grandes dimensiones. Algunas hogueras ya ardían cerca de nosotros.
La mayoría de los hombres ya cogían fuerzas y ánimo ante el fuego que habían encendido. A lo lejos, ardía una gran torre, entre muchas figuras semihumanas borrosas: eran los orcos de Mordor, que se acercaban para la gran batalla.

Sacamos unos sandwiches (queso, paté, fiambre) para nosotros y los niños, como cena del día.
La elfa sacó de su bolsa de viaje varios trozos de lembas, pan élfico, regalo de Galadriel de Lothòrien, y lo repártió para ella, el moontaraz y los hobbits: debíamos estar fuertes para la batalla.

Se hizo del todo de noche; y con ello, llegó una banda de tambores (dolçainers, o como se llamen), que sonaron y se juntaron con la hoguera municipal.
La oscuridad y la sombra cubrieron nuestro cielo; comenzamos a oír los tambores de guerra de los orcos, viendo marchar a una gran fila de siervos de Sauron hasta la torre en llamas.

Los niños, mirando al cielo, descubrieron dos luces que se movían, intermitentes: dos aviones sobrevolaban la playa de Castellón.
Descubrimos, en lo alto del cielo en su inmensa oscuridad, a algunos de los Nazgul, en sus bestias aladas, espectros enviados por Sauron en búsqueda del Anillo.

Al rato, vinieron mi hermano, con su novia y un amigo, a bañarse con nosotros en la playa la noche de San Juan.
Los elfos de Rivendel no nos habían olvidado, y habían enviado guerreros elfos, en honor de la Última Alianza entre hombres y elfos.

Fuimos a dar una vuelta mi hermano y yo con los niños a ver las hogueras que estaban cerca. En especial, una grandota que teníamos detrás.
El montaraz, junto a los hobbits y uno de los elfos de Rivendel, revisamos las tropas y les infundimoa ánimos y esperanzas; entre ellas, saludamos con pleitesía al Rey Théoden, cargado de esperanza junto al fuego.

Se hicieron las doce de la noche; sonó un petardo, inicio del castillo de fuegos que se había preparado. Volvimos a nuestro sitio, y mi hermano y compañía se fueron a bañarse.
Comenzó la batalla. Corrimos hacia el resto de elfos y hobitts. Los elfos de Rivendel marcharon a luchar por la justicia.

Toda la gente que había por allí se levantaba para ir a mojarse en las olas, mientras, seguían los petardos y el castillo de fuegos artificiales. Gente gritando y saltando en el agua, los tambores sonando.
Todos los guerreros marcharon a la batalla; los hobbits se impresionaron al ver a tanta gente marchar, apesadumbrada pero esperanzada. El cielo se teñía de colores y de sangre, se oían gritos y lloros, los orcos hacían sonar sus tambores. Estábamos en medio de la gran batalla contra el mal.

Pim, pam, pum, con un gran estruendo acabó el castillo de fuegos artificiales, y la gente volvía de la playa, y aplaudía el final de los petardos.
Muchas explosiones, y el aplauso y alegría de los guerreros de Rohan, nos trajeron la buena nueva: se había derrotado a los orcos, se había destruido con una gran explosión la torre maléfica que ardía, y volvían nuestros valientes elfos y hombres de la batalla.

Mientras mi hermano y compañía se quedaban a los niños, fuimos a mojarnos los pies en el agua E. y yo.
El montaraz y la elfa fueron a recibir a los últimos combatientes victoriosos, mientras los hobbits se quedaban festejando la victoria con los elfos de Rivendel.

La hoguera municipal se apagaba; y nosotros, nos volvíamos para casa.
Contemplamos la destruida torre de fuego maléfica; cumplido felizmente nuestro destino, llegó la hora del adiós. Retornaban los hobbits a la Comarca.

martes, junio 22, 2004

Sumando horas

"¿Te has dado cuenta de cómo se está acelerando nuestra vida? ¿No te da algo de miedo?"
No sé quién fue el autor de esta pregunta, pero está inmersa en una conversación entre mi hermano y yo, en 1993. Cada día de aquel verano (y parte del otoño), nos íbamos a dormir con mil importantísimos sucesos nuevos, sin saber qué demonios nos podría ocurrir al día siguiente. Amores, amigos, deporte, fiesta, libertad, alegría, amanecer, cerveza, juventud. Desde mayo a octubre de aquel año podría contar historias que abarcarían diez veces más que las que llenarían cualquier otro año.

En el colegio me enseñaron que todos los días tienen 24 horas; pero debe tratarse de un error. Hay días que, si los repasas, no pueden tener más de diez, contando que hayas trabajado o estudiado, y dormido y comido en esas diez. Y días que, al recordarlos, no puedes explicarte cómo todo el día cabe en esas ínfimas veinticuatro horas.

Aquel verano de 1993, el día más corto tuvo, al menos, treinta. Aunque, en realidad, pese a que todos aquellos días fueron largos, ninguno podría ostentar un récord.
Para mí, el récord lo tiene el triste día del 30 de abril de 1992, cuando murió mi abuelo Salvador (sumo las horas y como iban pasando, y cómo cambiamos aquel día, y no me cabe todo en 24).
Otro día extraordinario y largo fue el 22 de enero de 1998, cuando conocí a E. y le dije que la quería (sí, sí, el mismo día); más largo que el 22 de enero del año siguiente, cuando recibimos el sacramento del matrimonio.
¡Ojo! Hablo de días alargados más allá de sus 24 horas, no de días llenos de cosas. Días en los que he trabajado, politiqueado o lo que sea durante 20 horas y he sumado cien tareas pendientes, no valen; esos tienen sus 24 horitas justas, aunque estén bien empleadas.

Junto a todo eso, hay otro suceso extraordinario: días que tienen sus 24 horas, pero un rato del día ocupa el 80% del mismo, y el otro 20% se lo han de repartir todos los demás ratos. Aquí caben muchos más días: 31-12-89 (campana de navidad), 29-10-90 (primera chica), 2-6-92 (final de bachillerato), 8-10-93 (primer beso), 9-2-94 (accidente cuasi mortal), 3-3-96 (victoria electoral), 6-8-96 (fin del primer amor), 27-3-98 (compromiso), 12-8-01 (misa contra el cáncer), 21-7-03 (principio del fin), 30-10-03 y 17-12-03 (mensa); aunque igual se me ha colado en esta lista algún día de 30 horas. He sacado expresamente los días en que nacieron los niños: exceden de la categoría de días.

¿Y por qué os doy todo este rollazo sobre mi vida? Porque prometí un post positivo, y quieras que no, éste lo es; por homenaje a algún que otro momento de mi vida, y por el fondo del asunto:

"Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia, quería vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida, dejar de lado todo lo que no fuera la vida para no descubrir en el momento de la muerte, que no había vivido" (de El Club de los Poetas Muertos)

lunes, junio 21, 2004

Plastilina negra

Me he levantado con el biorritmo no tal alto como los últimos días; pero no bajo, digamos... un biorritmo 'tenso'. Bien. Es el momento de contar otra historia intimista y poco alegre en este blog, a la fuerza de que sea la última en un largo periodo de tiempo (que mi idea era más divertida que esta especie de diario retrospectvo/confesión que me va saliendo).

Hace un año y medio, hice un par de muñecos de plastilina para decorar mi ordenador en el trabajo. Los he ido cambiando (algunos salen en fotos de mi web, creo).
En una ocasión, hice tres personajes. Muy simples, totalmente negros, sin cara, con una especie de capa cubriéndoles todo el cuerpo (al estilo de los Nazgul del Señor de los Anillos), y con dos ojos asomandos tras el agujero de la capucha.
Uno, con ojos rojos; otro, amarillos; otro, blancos. Tres espectros, o demonios, negros.
Al tiempo, hice el cuarto demonio, con ojos verdes.

Cada uno tiene su propia significación, en alguna ocasión habré hablado de ella por aquí.
Estaban encima de mi ordenador, mirándome, todos los días. Yo sé que están allí.
Alguien me dijo que ya era una importante victoria el haberlos representados en cuatro monigotes de plastilina sobre mi ordenador. Pero no lo es; no están dentro de mí, no han cobrado vida por mi culpa o acción (los más son totalmente ajenos a ella); no les venzo por representarlos.

Hace un tiempo, hice un quinto monigote. Éste no es negro, es blanco, tiene forma humana, brazos, piernas, con cara. Y sujeta un trocito de palillo de dientes a modo de espada.
Los cuatro demonios negros han sacado sus espadas, más largas y duras que las del muñeco blanco.
Pero el muñeco blanco está dispuesto a vencer.
Ya comenzó su batalla.

viernes, junio 18, 2004

Fantasía épica, preguntas intimistas

Cuando era un crío, hubo dos películas de fantasía épica que me impresionaron.

Una, de forma positiva, La Historia Interminable. No tardé mucho más en leer el libro, que mi madré acertó comprándonos. Hacía mis figuritas de plastilina con forma de Atreyu, o Fújur, u otros mil mounstros o personajes.

Otra, de forma no negativa, pero sí oscura y temerosa: El Cristal Oscuro. No lo entendí. Aparte de que no habían humanos, sino sólo muñecos, toda la película está cargada de fatalismo. Me gustó, pero no era "feliz y rosa" como la de Atreyu y compañía.

El lunes mis hijos pisaron por primera vez la Biblioteca Infantil de mi ciudad. El martes, les hicimos fotos, rellenamos dos papeles, y ya son socios (que les hacía mucha ilusión, y hay que aprovecharse).
El mismo martes, cogimos en préstamo dos cuentos, y una película (tienen una pequeña videoteca infantil). La película la eligió mi hijo mayor de casi cinco años. Me sorprendió un poco: El Cristal Oscuro.

Cinco del viernes, algo intimistas hoy.

1) Si tuvieras que diseñar tu propio infierno, ¿cómo sería?
(Ya sé que es hablar de mis hijos, pero quien los tenga, me entenderá, y quien no, que se haga una idea). Mañana me despierto, y estoy en 1997. Aún no conozco a la madre de mis hijos, aún no conozco a mis hijos. Como ya sé lo que va a pasar en mi vida los próximos siete años, no puedo actuar de igual manera, de forma que me voy dando cuenta de que mis hijos JM, S y M no existirán jamás.
Voy viviendo repetidamente los años 1998 a 2002, para seguir cebándome en la no existencia de mis hijos. Ahí está un buen diseño de mi infierno.
Arghssss. Qué horror ahora que lo re-leo. Dios, si estás por ahí, plis, si he de ir al infierno mándame quemar y azotar una eternidad, o dos a lo sumo, pero que no se te ocurra algo así. Plis.

2) ¿Y tu paraíso?
Tener a mi lado a toda gente a la que quiero, de forma que las barreras temporales no lo hagan incompatible (mis abuelos y mis hijos, por ejemplo).
Versión lúdica: ir eternamente visitando pueblos con mi bicicleta mientras bebo cervecilla en unos y otros, y me voy encontrando repetidas veces con familiares o amigos, pa' festejar un rato.

3) ¿Qué color crees que te representa mejor?¿Por qué?
Me gusta el azul para vestir, y soy pepero...
No sé. El gris (como Gandalf, como los ojos de Gollum).

4) ¿Cómo y dónde aprendiste a amar?
Entre Onda, Ludiente y Castellón (tres municipios de mi provincia), tímidamente, con una chica que aprendía conmigo. Sonrío mirando hacia atrás, nunca pensé que pudieran evolucionar tanto las circunstancias.

5) ¿Qué experiencia te ha vuelto mas vulnerable?
El 30 de abril de 1992, la muerte de mi abuelo, el fin de la edad de la inocencia.

NOTA: Lo de Ludiente (parte lúdica, anecdótica y positiva), y lo de 1992 (parte fatídica), es algo que os debo comentar cuando quiera hacer de este blog algo muy personal.

Y para acabar, una adivinanza.
Ayer jueves, como casi todos los días, salí de casa a las 06:25 horas, para ir a mi trabajo, a Valencia.
Se trata de adivinar la hora a la que fiché de entrada en mi trabajo, en Valencia.
Entiendo que sea difícil, os la diré yo: a las 12:10 horas!!!
(si trabajara en Extremadura, creo que podría haber llegado en ese tiempo)

miércoles, junio 16, 2004

Artículo 248 del Código Penal

CÓDIGO PENAL
Capítulo VI, De las defraudaciones
Sección 1.ª de las estafas
Artículo 248.
1. Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.
2. También se consideran reos de estafa los que, con ánimo de lucro, y valiéndose de alguna manipulación informática o artificio semejante consigan la transferencia no consentida de cualquier activo patrimonial en perjuicio de tercero.
(...)


Hace un tiempo me mandaron el borrador de la declaración del IRPF a casa. Y este lunes fui a la cita previa con la Agencia Tributaria, para hacerla allí y todo eso, aunque previamente me la había hecho en casa (para saber a qué atenerme y si me vendían la moto o no).
El caso es que me salía a devolver una cantidad X según el borrador. Junto al borrador, te describen los datos que han tenido en cuenta para realizar ese mismo borrador, y su traslación a la declaración de renta. Entre los datos que tenían en cuenta, estaba la compra de mi vivienda habitual en el ejercicio 2003. Pero, extrañamente, en el borrador no se me aplicaba ninguna deducción por la compra de la vivienda.

Fui allí, les conté todo, hicimos números, y ¡oh, milagro! salía lo que yo pensaba, y lo que finalmente presentaré: una devolución ¡¡¡catorce veces mayor!!! que la X indicada en el borrador.
Si, como seguro harán un buen número de miles de españoles, llamo por teléfono o presento que estoy de acuerdo con el borrador, sin preocuparme de si está bien o no, Hacienda se habría quedado, por las bravas, con lo que no le pertenece.

Queridos lectores de mi blog (si alguno hay), os ruego que retoméis el inicio del blog, y el artículo que tipifica la estafa como delito en el Código Penal. Sacad vosotros mismos conclusiones.

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Ah, y de paso contesto a las cinco del viernes atrasadas, para contaros que era/soy rocker (y así pongo algo positivo en este post).

1) ¿Cómo sueles vestir?

Pues muy normalito y formalito. Me gustan más las camisas que los jerseys, y los vaqueros negros que cualquier otro pantalón. Pero no destaco mucho (creo).
2) ¿Vistes como te gustaría vestir?
Sí y no. Evidentemente, elijo mi ropa y todo eso. Pero, en mis tiempos, era más feliz vistiendo de rocker (tupé, corbatín, chupa, vaqueros, botas camperas).
3) ¿Te han mirado alguna vez mal por la calle por no ir "normal"?
Sin duda alguna.
4) ¿Te importa que te miren?
No demasiado; pero quien me pudiera interesar que me mirara, era quien menos lo hacía (ley de murphy dixit).
5) ¿Te han dicho alguna vez "que pintas llevas"?
Durante toda mi adolescencia y gran parte de las edades limítrofes a ella (y hace poco más o menos un mes, en la universidad, sin ir más lejos).

martes, junio 15, 2004

Matrimonio, iglesia, daño a los niños.

Este fin de semana ha sido largo. Una boda, un partido de España, el día de las elecciones, y una cita con Hacienda el lunes. Muchas cosas que contar.
Por ahora, os hablaré de la boda.

El sábado por la mañana se casaba una prima de E., así que allí fuimos los cinco (E., los tres niños y yo). Boda en una Iglesia de Castellón (sin eucaristía, es decir, sin comulgar), y comida banquete. Desde las 11 (que salimos de casa) a las 20:44 (que llegamos, justo cuando sonaba el Himno Nacional de España en la Eurocopa).

Por un lado, podría comentaros que de las cien personas que habrían allí no más de diez han pisado una Iglesia en los últimos diez años salvo para bodas, entierros y comuniones. Y, además, cuando pueden reniegan de la Iglesia, de Dios y de las creencias católicas y todo eso. Lo que no entiendo yo es porqué vestirse de trapos largos y aguantar una homilia si de normal reniegas. Pero bueno, tampoco sorprendo a nadie.

Un comentario sobre la Iglesia. La figura más importante y repetida en una celebración eclesíastica es el sacerdote; siempre hay uno en todas las celebraciones. Tras el sacerdote, uno pensaba que la siguiente era la hostia (para los 'no iniciados, el trocito de pan sagrado con el que se de la comunión y que representa el cuerpo de Cristo). Pero va a ser que no. Después de lo visto en esta boda (donde no hubo hostias), y en un entierro al que fui hace poco (donde tampoco hubo), comprobé la existencia de una persona cuya figura es esencial en las celebraciones, del tipo que sean: el señor que lleva la bandeja por todos los asistentes para que dejen algo de dinero.
En una misa normal, ya lo sabes, y llevas dos monedas para 'la bandeja'.
Pero... ¿en una boda de 25 minutos donde no hay misa?
¿¿¿Y en un entierro???

Más tarde, en la comida, el salón donde se celebraba tuvo una buena idea (que me hace recomendaros el Salón en cuestión): dos chicas daban de comer a los niños en otra mesa, con juegos y tal, y al acabar se encargaban de cuidarlos (con pinturas, juegos, y todo eso); los niños, divertidos, y los padres, tranquilos.
Pero, en una de tantas, mi hijo mediano, en un accidente fortuito, se la pegó contra un niño que iba columpiándose, de forma que un poco más y se saca una oreja de cuajo. Con sangre, toda hinchada y amoratada (la oreja).
Cuando mi madre, hace veinte años, me decía que cuando yo me hacía daño (accidental, o porque me pusieran una inyección en un centro de salud), a ella le dolía más que a mí pensaba "si, claro, te duele un montón, pero soy yo al que pinchan, ya te digo...". Como supongo que piensan todos los niños cuando sus padres dicen algo asi.
Pues bien: rectifico. Mamá, tenías razón.
Que me den diez columpiazos en las dos orejas antes de ver a mi hijo llorar porque le hayan dado a él uno. :'-(

Y con esto, acabo mis incidencias del sábado doce (porque del partido de España mejor no comento nada). El domingo trece tiene su miga, elecciones y yo de interventor pepero, como siempre.

viernes, junio 11, 2004

Anfitrión en Valencia

Anteayer hice de anfitrión en mi centro y ciudad de trabajo, Valencia.
Me quedé a trabajar por la tarde, y vinieron a Valencia mi hermano y su novia, a pasar la tarde por un tema del Corte Inglés (dejo los comentarios por si ellos os quieren comentar algo de que vieron a Antonio Orozco y tal).

Comimos, les enseñé mi trabajo, dimos una vuelta, y yo ya me volví a trabajar.
Como siempre que nos juntamos, podemos contar alguna curiosidad...
...vimos por la calle (vieron, yo no tengo ni idea de quien es) a una chica de pelo rojo que resultaba ser la blasfema de La Casa de tu Vida, o algo así
...a su propio interés, cruzamos una de las calles de detrás de donde está mi centro de trabajo, que es el "barrio chino" de Valencia...ejem...(mi hermano se quedó horrorizado)
...mi hermano hizo unos 'pasos de ballet' (creemos que imitaba a su novia corriendo) para descojono y disfrute de una chica que iba a entrar en el Metro
...nos íbamos a hacer fotos, y tras la segunda, se acabaron las pilas de la cámara (más ejem...)
...etc

Mientras dábamos una vuelta, mirábamos sitios, tiendas y calles de Valencia. Muchos días llego a trabajar a las 7:45, y salgo a las 15:00 o a las 19:00, sin haber salido una sola vez del edificio donde trabajo; me llevo comida, no es que sea masoca y además lo haga sin comer (***ver nota).
Trabajo en la tercera ciudad de España, y prácticamente no la conozco. Vengo, trabajo, me voy. Debería disfrutar un poquillo más de según qué cosas. Además, me gusta esta ciudad.

Mi centro de trabajo es muy entretenido. Las paredes son amarillas, verdes, naranjas o moradas (como los Teletubbies). La mía me toca amarilla (creo que el personaje que me corresponde es Lala).
He de traer a mis hijos a mi centro de trabajo. Hace un año que busco la oportunidad, pero no la encuentro. El primer día que tenga vacaciones, me vengo con ellos. Y a pasar el día y jugar en Valencia, y a que se monten en un tren -que les hace mucha ilusión-. Qué demonios.

Y, en fin, una tarde entretenida. Luego, me bajé el programa de la renta para hacer la declaración del ejercicio 2003 (lo comento para acabar con algo positivo este post...).

***NOTA: Sobre comer y aligerar peso... esta es una noticia importante; el lunes me pesé en la báscula, y me dió el resultado más bajo desde antes de tener a mi primer hijo (jejeje) ;-))) Estoooo...cuál fue ese resultado, mejor no lo digo

miércoles, junio 09, 2004

Pequeños cambios de diseño

Hace ya unos mesecillos que escribo habitualmente en este blog; así que he pensado en darle un poco de mejor aspecto (la letra me parecía grande, los colores algo sosos, etc etc).
En eso estamos (he conseguido meter el contador y los comentarios de enetanion de nuevo, aun me faltan los links y unas cuantas cosas más, pero en breve lo pongo todo al día).

¿Os gusta más así?

Post-Data: Pocas novedades in my life. Ayer, mitin político en mi ciudad. Pero no creáis, me dió tiempo a un cuento más para los críos (ahora el protagonismo lo comparten los dinosaurios y Gulliver).

martes, junio 08, 2004

Perilla y frikismo

Tal y como prometí en mi último mensaje, os hablaré de mi perilla. De mis tres pelos en guerrilla (dicho sea que no llevo barba porque no quiero, pero también porque no puedo, ni siquiera me sale el pelo completo en la perilla, así que os podéis imaginar... -para los que quieran reírse y no imaginar, en mi web tengo fotos de mi mismo y todo eso...-).

Hace mil años (o catorce), lo que llevaba era tupé, junto a mi hermano y un amigo, tres chavales que ostentábamos el récord de ser los únicos rockers de mi ciudad. También el récord de meternos en movidas y peleas sin buscarlas por el hecho de ser rockers, pero esa es otra historia. Años más tarde, el pelo no me da para florituras de tupé. Si quiero salirme de la norma de chico_bien_peinado_y_afeitado_del_pp, sólo me queda la perilla.

En su día, llevaría mi primera perilla por todo eso de rebeldía y gaitas. Luego, cuando pasaba por un mal momento personal/familiar/político/académico/lo_que_sea, me despreocupaba de mí mismo y no me afeitaba (y como no me sale barba, parecía que me dejara perilla). Pasó a ser una perilla de quita y pon, que nunca duraba más de dos meses.
Y, a partir de ahí, lo institucionalicé. Perilla en momentos dificiles (no malos necesariamente; difíciles). No como "armadura" o "máscara de protección", no como "artículo de defensa"; sólo como cambio de imagen, como situación difícil interior, como una especie de cambio de piel necesario para hacer frente a las dificultades.

Mi perilla actual está en permanente récord de duración. Más arregladita, que ya he aprendido a convivir con ella. Este verano cumplirá un año (cómo pasa el tiempo); tanto que, gente que no me conocía de antes (los mensistas sobretodo), si me ven en una foto sin perilla, les resulto extraño.

No sé si llegará pronto el momento de afeitarme de nuevo de una puñetera vez, pero no lo parece. Tal vez no es lo normal estar afeitado, sino lo contrario. A alguien le prometí que me afeitaría el día antes de hacer determinada cosa. Pero ni llega el alguien, ni el día antes, ni la determinada cosa. Cosas veredes, Sancho.

Y en otro orden de cosas, frikismo (se escribe así?)

Ayer no fue un mal día. Trabajar, llegar a casa, jugar con los críos, llevarlos a jugar con la arena y una pelota un rato, volver a casa, y ... ver la versión extendida de El Señor de los Anillos - La Comunidad del Anillo por primera vez in my life!! (junto a mis críos, que se quedaron dormidos viéndola, mucho más tarde de lo que se duermen habitualmente). :-)))))))

viernes, junio 04, 2004

Preguntas for mí and for vosotros

Ya estamos a viernes. Quería hablaros de mi perilla -mis tres pelos en guerrilla, mejor dicho-, pero hoy tengo muchas que hacer (mitines, trabajo y tal), y dejo unas preguntillas para vosotros sobre mí (un juego de esos curioso que he visto en otros blogs), y las cinco del viernes contestadas.

For Vosotros. Estas son las preguntas que podéis contestar en los comentarios (prometo devolver contestación, si toca).
1. ¿Quién eres tú?
2. ¿Somos amigos?
3. ¿Cómo y cuándo nos conocimos?
4. ¿Estás/has estado enamorad@ de mí?
5. ¿Me besarías?
6. Descríbeme en una palabra.
7. ¿Cuál fue tu primera impresión de mí?
8. ¿Sigues pensando eso de mí?
9. ¿Qué te recuerda a mí?
10. Si me pudieses regalar algo... ¿Qué sería?
11. ¿Cómo de bien me conoces?
12. ¿Cuándo ha sido la última vez que nos hemos visto?
13. ¿Alguna vez me has querido decir algo pero no has podido?
14. ¿Vas a poner esto en tu blog para ver lo que digo de ti?



For me.
Y éstas, las cinco del viernes:

1)¿Cuáles son tus placeres culpables?
La verdad es que no tengo grandes vicios inconfesables, ocultos o de los que no pueda despegar. Mis hijos, la política, el trabajo, internet, ni son malos ni son vicios.
Y contestar "las pipas", o "la comida picante" es un poco ridículo, ¿no?
2)¿Cual ha sido la cosa de que más te has sentido avergonzado?
Tonterías, al estilo tropezar y caerse, o meter la pata hablando en público, o algo así, muchas.
En plan más serio... hum... algún día os hablaré de 1992. Pero no fue verguenza, sino sensación de fracaso.
3)¿Qué cosas tiendes a hacer "a escondidas"?
Preparar algún detalle gracioso, simpático u original a la gente a la que quiero.
(Pucela, intentando dar buena imagen de sí mismo y promocionándose)
4)¿De qué te sientes orgulloso?
De cada ver que veo jugar, hablar, andar, mirar, sonreír, dibujar, comer, dormir, vivir a mis tres hijos.
5)¿Qué cosa nunca "te va a gustar"?
Respuesta alimenticia: la verdura.

jueves, junio 03, 2004

Mi última campaña como chico de NNGG

Hace un montón de años que me interesa la política. Y todos, desde que soy mayor de edad, he pertenecido a NNGG (Nuevas Generaciones, la sección juvenil del Partido Popular). Generales del 93, europeas del 94, autonómicas y municipales del 95, generales del 96, europeas, autonómicas y municipales del 99, generales del 2000, autonómicas y municipales del 2003, generales del 2004, y las que se celebran en 10 días: europeas del 2004. Mis autonómicas van junto a las municipales porque vivo en la Comunidad Valenciana; pero a veces ha habido que echar una mano a otras autonómicas (catalanas, vascas, etc).
Después de las europeas de este año, no volveré a votar ni a ser interventor hasta las autonómicas y municipales del 2007 (no creo que haya adelanto electoral antes).
Pero, para mí, habrá una gran diferencia entre todas las que he pasado más las de este junio, y las que vengan en el futuro.

Hasta ahora, he vivido la política y las elecciones desde la sección juvenil de la organización política a la que pertenezco.
Por causas de la edad (las reglas del tiempo eran que no se paraba, verdad?), éstas serán las últimas elecciones dentro de Nuevas Generaciones para mí.

Me voy haciendo viejo, como Bilbo (o casi). Dentro de poco deberé emprender viaje a las Tierras Imperecederas junto con los elfos y mi sobrino Frodo. ¿Frodo, dónde tienes guardado el anillo aquél, que si recuerdas, te dejé hace unos años cuando...?

miércoles, junio 02, 2004

Paseo con hormigas, jirafas, clases y ancianos

Ayer fue un día interesante; positivo, podría decir.

Me levanté cuando aún era de noche (como siempre que tengo que ir a trabajar), y me fui a Valencia, a escuchar música y ordenar un par de datos y fechas en el tren.
Trabajé, como siempre, con mi ritmo especial de trabajo. Y me volví a casa.

Ayer era 1 de junio, y los niños ya no van a clases por la tarde; van de 9 a 13 horas, y luego te los quedas en casa. Siempre que he podido he ido a recogerlos a las 17h (llego a Onda desde Valencia entorno a las 16:30), pero en lo que les queda de curso estarán en casa cada vez que llegue.

Y lo interesante fue la tarde con los críos. No íbamos a ir a ningún sitio especial ni había nada que hacer, así que me fui a pasear con ellos hasta el Museo de Ciencias Naturales del Carmen de Onda (que recomiendo a cualquier visitante).
Un kilómtero hasta llegar allí, y otro para volver, kilometritos aderezados con búsqueda de hormigueros, hormigas, bichos, flores, piedras, palos y todo aquello que hay en un camino y que puede entretener a un niño.
Nos siguió una abeja (bueno, no nos siguió en realidad, pero hay que poner un poco de emoción para que los niños se escondan tras un árbol con sigilo y silencio absoluto).
El pequeño se merendó una flor (o se la merendó, o logró desintegrarla; porque en un momento la tenía, y al siguiente no, y al camino no la tiró.... ejem).
El mayor se puso hasta cuatro hormigas gordas con el culo rojo en el brazo (las del culo rojo son las que muerden?), y les dió migitas a un hormiguero...
Etc.

En otro post os hablo del Museo en sí, que está "habitado" por unas 3000 especies o algo así, hay de todos los bichos imaginables allí disecados. La jirafa y el león son de los que más gustaron a los niños (creo).

A la vuelta a casa, rodeé junto a los niños una instalación que tengo al lado de donde vivo: el Instituto de Educación Secundaria de Onda; allí estudié BUP y COU, en los años 88 a 92. Algún día he de hablaros de aquella época. Mi 2º de BUP daría para trescientos posts (o un libro).
Les expliqué a los niños que yo estudié allí, bla bla bla.

Y luego, pasamos al lado de la Residencia de Ancianos de Onda.
De pequeño (bueno, con 12 o 13 años) a veces iba allí a hacer compañía a los ancianos y ancianas que paseaban por sus alrededores. Hice un par de amigos allí. Supongo que, por su edad y los años que hace de aquello, ya habrán fallecido.
Les comenté a mis hijos que, algún día, les llevaría allí para que los ancianos que hay les contaran algún cuento. Supongo que podría ser una buena idea, y una buena obra a la vez.

Y, con todo eso, volvimos a casa.
A pintar, jugar, cenar, pijamearse, contar un cuento en la cama y dormir.

martes, junio 01, 2004

Semana de tránsito

Esta semana, incluido el fin de semana pasado, está resultando de lo más estable y tranquila. Sin grandes cambios ni emociones (a excepción de ver El Retorno del Rey con mis hijos, claro está, estelar ocupación de la tarde del sábado).

No me fio un pelo de la estabilidad.

Cinco del viernes, sobre organización personal.
Lo cierto es que me considero bastante organizado, aunque suelo dar la pinta contraria. Me deberé quejar de tener demasiadas cosas que hacer de normal, y de no tener tiempo para organizarme. Sí. Eso haré.

1)¿Eres puntual o eres de los/las que siempre llegan con retraso?
Pues mire usted; puedo hablar bien de mí mismo sin complejos: sí, soy puntual. Me fastidia llegar tarde, y suelo evitarlo (y si no puedo evitarlo, suelo avisar).
Conclusión: soy de los que les toca esperar a menudo.

2)¿Cumples con fechas límites y plazos de entrega?
Sí, no suelo tener problema alguno con límites y plazos. Tal vez el problema sea tener demasiadas cosas a la vez...

3)¿Usas agenda y sigues un horario?
Uso agenda y esas cosas, y sigo un horario normalizadito (en el trabajo, que ficho, y los niños al salir y entrar en clase, me obligan a ello).

4)¿Haces listas de cosas pendientes y las cumples?
Hago miles de listas de cosas pendientes, y siempre me da la impresión de que no puedo nunca llegar a cumplirlas. Aunque las guardo (de recuerdo, soy un poco friki para eso), y si les echo un vistazo, prácticamente sí que acabo por cumplirlas.

5)¿Eres "hacedor/a" o eres de los/as que deja las cosas para más tarde?
Supongo que soy hacedor, aunque tenga que dejar según que cosas para más tarde.