miércoles, junio 02, 2004

Paseo con hormigas, jirafas, clases y ancianos

Ayer fue un día interesante; positivo, podría decir.

Me levanté cuando aún era de noche (como siempre que tengo que ir a trabajar), y me fui a Valencia, a escuchar música y ordenar un par de datos y fechas en el tren.
Trabajé, como siempre, con mi ritmo especial de trabajo. Y me volví a casa.

Ayer era 1 de junio, y los niños ya no van a clases por la tarde; van de 9 a 13 horas, y luego te los quedas en casa. Siempre que he podido he ido a recogerlos a las 17h (llego a Onda desde Valencia entorno a las 16:30), pero en lo que les queda de curso estarán en casa cada vez que llegue.

Y lo interesante fue la tarde con los críos. No íbamos a ir a ningún sitio especial ni había nada que hacer, así que me fui a pasear con ellos hasta el Museo de Ciencias Naturales del Carmen de Onda (que recomiendo a cualquier visitante).
Un kilómtero hasta llegar allí, y otro para volver, kilometritos aderezados con búsqueda de hormigueros, hormigas, bichos, flores, piedras, palos y todo aquello que hay en un camino y que puede entretener a un niño.
Nos siguió una abeja (bueno, no nos siguió en realidad, pero hay que poner un poco de emoción para que los niños se escondan tras un árbol con sigilo y silencio absoluto).
El pequeño se merendó una flor (o se la merendó, o logró desintegrarla; porque en un momento la tenía, y al siguiente no, y al camino no la tiró.... ejem).
El mayor se puso hasta cuatro hormigas gordas con el culo rojo en el brazo (las del culo rojo son las que muerden?), y les dió migitas a un hormiguero...
Etc.

En otro post os hablo del Museo en sí, que está "habitado" por unas 3000 especies o algo así, hay de todos los bichos imaginables allí disecados. La jirafa y el león son de los que más gustaron a los niños (creo).

A la vuelta a casa, rodeé junto a los niños una instalación que tengo al lado de donde vivo: el Instituto de Educación Secundaria de Onda; allí estudié BUP y COU, en los años 88 a 92. Algún día he de hablaros de aquella época. Mi 2º de BUP daría para trescientos posts (o un libro).
Les expliqué a los niños que yo estudié allí, bla bla bla.

Y luego, pasamos al lado de la Residencia de Ancianos de Onda.
De pequeño (bueno, con 12 o 13 años) a veces iba allí a hacer compañía a los ancianos y ancianas que paseaban por sus alrededores. Hice un par de amigos allí. Supongo que, por su edad y los años que hace de aquello, ya habrán fallecido.
Les comenté a mis hijos que, algún día, les llevaría allí para que los ancianos que hay les contaran algún cuento. Supongo que podría ser una buena idea, y una buena obra a la vez.

Y, con todo eso, volvimos a casa.
A pintar, jugar, cenar, pijamearse, contar un cuento en la cama y dormir.

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