lunes, junio 28, 2004

A bit of respect, please

Empiezo con las cinco del viernes (atrasadas), que van sobre niños, y luego os comento dos cosas sobre los niños en general...

1) ¿Hasta qué edad creiste en los Reyes Magos (o Santa Claus)? ¿Quién te descubrió la triste realidad?
¿Qué pantomina de hasta que edad o triste realidad? Yo estoy seguro de la existencia de los Reyes Magos, y de Papá Noel, que vienen a casa en Navidad y nos traen regalos a todos. Es posible que, en ocasiones, los padres y los amigos debamos echarles un cable; pero eso no merma su magia ni su existencia.

2) ¿Te dejaba el ratoncito Pérez algún regalo debajo de la almohada a cambio de los dientes que se te caían? ¿Cuál era el regalo?
¡Pues claro! Y ahora no me deja porque no se me cae diente alguno (no sé si mi dentista está de acuerdo con esto), que si no también. Cuentos, chuches, una moneda: lo que tuviera a mano (es un ratón, no le vas a pedir más!).

3) ¿En que juego infantil eras imbatible?
Estoo.... ¿en el de "ser el pringao de la clase" vale como juego infantil?

4) ¿Coleccionabas cromos?¿Llegaste a terminar alguna colección?¿Cómo llamabas a los cromos que te faltaban y a los repetidos?
Sí; aún conservo un album de Bola de Drac entero (aunque no lo hice precisamente de muy niño...ejem...).

5) ¿Llevabas bata (baby, delantal...) en el colegio? ¿Cómo era?
Uys... creo que sí, pero ahora no estoy muy seguro; mis críos, que van al mismo colegio que yo fui, llevan un babero de color blanquiazul, con dos bolsillos que llenan de piedras, caramelos, colorines y demás elementos naturales.

Y, tras la introducción infantil, de lo que os quería hablar: respeto, por favor.

Premisa mayor 1º: los niños son niños.
Premisa mayor 2º: los niños no son gilipollas por ser niños.
En esta vida (aunque no llego a los treinta), me he cruzado con muchas personas. Algunas se merecían respeto, otras no; algunas fueron perdiendo ese merecimiento, y otras se lo fueron ganando. De todo hay, como es normal.

Pero, si me he cruzado con personas que siempre han merecido el mayor de mis respetos, éstas han sido, sin lugar a dudas, mis hijos. Los niños.
Son extraordinariamente buenos, leales, generosos, comprensivos, fuertes de corazón, tolerantes, alegres, sensibles, empáticos... podría alargar la lista hasta el infinito. No están contaminados, como nosotros, los mayores.
No he encontrado jamás un solo adulto que reúna las cualidades del interior de un niño.

Y aun así, la conducta diaria de la gente con los niños está marcada por su falta de respeto.

Un niño hace un dibujo, le cuesta 20 minutos. Va a enseñárselo a un adulto. El adulto está viendo el fútbol o el nuevo lío de algún famosillo en la tele, y le presta una atención mínima al dibujo infantil. Total, sólo es una creación propia que ha llevado una eternidad al niño (20 minutos es mucho tiempo en esa época) frente a una chorrada que ni va ni viene ni cambiará en nada la vida del adulto.

Un niño está enfadado o triste. No cena casi nada, y se va a la cama a regañadientes y pataleando un poco. ¿Solución? Bofetada, y a la cama sin chistar. Da igual el motivo por el que el niño esté enfadado o triste... ¡si no se duerme pronto, el adulto no podrá ver con tranquilidad la peli que ni le va ni le viene ni cambiará su vida! Ah, por cierto... ¿en el caso de que la bofetada se la lleve el marido o la mujer, en vez del niño, no es lo mismo, verdad? ¿por qué no es lo mismo? ¿es que el niño se puede defender más que el cónyuge si se le abofetea, o será al revés, que el niño se puede defender menos?

Un niño quiere colorines, porque los que tenía se han roto o se han perdido, y le quedan dibujos de sus superhéroes por terminar. Cuestan dos euros. Un adulto quiere tabaco (nocivo para su salud y para la del niño) porque tiene el vicio, y está vez sí le va y sí le viene (para mal). Cuesta veinticinco euros el cartón de diez paquetes (y el cartón de tabaco se acabará antes que los colorines). Se acaba comprando el tabaco. Hay que ahorrar, no hay dinero para chorradas (atención: la chorrada es la creatividad del niño, sean colorines o plastilina, no el tabaco!!!), y además, el niño es un caprichoso y un egoísta (mira que no entender la necesidad del adulto de fumar, y si puede ser, contaminarse un poco como fumador infantil-pasivo!).

Respetemos a los niños, por favor.
Por favor.

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