viernes, septiembre 12, 2008

Mis conciertos (I: Gatos Locos, 1991)

Este verano ha sido muy entretenido; lo que más he hecho ha sido ir a lugares donde poder mojarme el culo con los críos; fuera en la playa, el río, la piscina, la balsa, o tirarse dentro de un charco en el parque. Pero no quiero escribir sobre el verano (aún; y con el nivel de actualización que mantengo, a pesar de mis intenciones, si el próximo postes veraniego, seguro que es sobre agosto 2009).

Quiero hablar de música. Este verano, como decía, he ido de aquí para allá. En un par de salidas que hemos hecho a la provincia de Teruel, hemos pasado por un pueblecito que se llama Arañuel. Ese pueblo me trae dos recuerdos; uno, el de un amigo que descendía de allí y se fue hace tiempo al País Vasco (hola, Nadal!); y dos, que uno de los componentes de Gatos Locos tenía algo que ver con el pueblo (lo cierto es que no recuerdo el qué).

Para hacer la sincronicidad, o como leches se escriba eso, el otro día en la radio me pusieron una canción de hace mil años del grupo Gatos Locos: "Bailarás".
De inmediato, me vino a la memoria un concierto de hace muchísimos años, en Onda, de Gatos Locos, y con esa canción.

Hablo mucho de mi faceta como padre; y cuando aburro hablando de eso, hablo de política, que aburre entre cien y ciento una veces más.
Intentando dar un poco de vidilla a esto, y hablar de algo que no sea lo de siempre, se me ha ocurrido iniciar una mini-plasto-serie (hola, Gorpik!). Sobre los conciertos de mi vida (que no son muchos, la verdad).

Y comenzaré con el de Gatos Locos, que gracias a ellos me ha venido la idea.

Mis Conciertos (I: GATOS LOCOS, 1991)

Sería el verano de 1991 o 1992. En Onda hay dos "fiestas del pueblo": la última semana entera de octubre (alguna vez he escrito sobre la Fira d'Onda), y el 6 de agosto, día del Santísimo Salvador, patrón del pueblo.

El día del Salvador hacían fiestas, bailes, la gente salía a comer o a cenar, y a beber ingentes cantidades de alcohol. Nosotros, también.
Pero un año de esos, se les ocurrio programas un concierto (ahora, lo del "concierto en las fiestas del Salvador", ya es tradición).

Nosotros eramos rockers, y nos tiraban más Rebeldes o Tennessee, pero cuando supimos que venían Gatos Locos nos supo a maná caído del cielo.

Leyendo no sé donde (internet no existía), nos enteramos de que Gatos Locos se separaban para siempre jamás. Iban a hacer un concierto en Onda (como población cercana a Arañuel), y otro en Cambrils (de donde era el solista), y adiós muy buenas. El ir al concierto adquiríó drama y trascendencia.
(Nota del autor: en el 2004 se volvieron a juntar, como otros muchos; pero entonces, si decían que un grupo se separaba, nos lo creíamos).

Antes de ir a escuchar un grupo, nos aprendíamos sus canciones de memoria. Todas las tardes, en la doble platina (un cassette doble de esos), y en la radio del coche (de mi hermano, que yo no tenía carnet), sonaba el grupo. Si ya teníamos sus discos, cojonudo (caso de los Rebeldes, por ejemplo); y si no, pues a arruinarse (lo dicho: es que no existía internet).

La noche del Salvador también celebramos el cumpleaños de mi hermano, así que coincidió fiesta, tarta, regalos y concierto. Y allí que nos plantamos nosotros con nuestros tupés, patillas, tejanas, corbatín, y siete u ocho elementos (entre pins, pegatinas en los vaqueros o lo que fuera) con la bandera sudista.
(Otra nota del autor para los sectáreos: ¿alguien recuerda mi pañuelito sudista que llevé en una RAM, o asamblea, o algo? Pues allí estaba conmigo, atado en la muñeca, como siempre)






El grupo éramos cinco tíos (de sólo tres madres distintas), y seis o siete tías. Pero no nos comíamos una rosca. No teníamos posibilidades. O sí, pero no nos enterábamos. A partir del séptimo litro de cerveza ya podían ponernos sutiles señales las chicas que no hubiéramos caído en la cuenta aunque nos arrancaran la ropa. Nunca nos arrancaron ni uno de los pines sudistas.

No me gusta bailar, pero esa noche acabamos bañados en sudor de bailar, gritar (cantar), y saltar. Desde una hora antes de que empezaran, apoyados en el escenario (en más que primera fila). No era un grupo que nos entusiasmara al nivel de los dos o tres favoritos, pero nos pilló en la época en que nos tomábamos en serio eso de ser rockers.


Recuerdo que íbamos (en turnos), del borde del escenario a la barra a pedir cantidades ingentes de cerveza. Un guitarra se coscó de ello, y nos hizo señas para que le trajéramos alguna. EL resto del concierto fuimos proveyendo cervezas a Gatos Locos (se diría que se aprovechaban de nosotros, pero para un grupo de adolescentes, compartir cerveza con el grupo que está tocando es el momento del mes).



(Más nota: ésta no es la canción "bailarás", pero es que no la he encontrado; no hay casi nada de Gatos Locos en youtube)

Y la anécdota del final: nos sabíamos cada canción; cada uno tenía sus favoritas, y cantaron prácticamente todas las que nos gustaban. Menos una: "Bailarás" ("deja de una vez el vaso, vamos a bailar... desde que hemos llegado, no paras de hablar...").

Al acabar, poca gente pedía un bis de esos (no eramos muchos viendo el concierto), pero todos nosotros comenzamos a cantar "Bailaras"; salieron de nuevo, y cantaron otra canción (no recuerdo cuál). Acabaron, y se fueron.
Pero nosotros seguimos cantando "Bailarás", y mientras un par desmontaban cosas, y la gente se iba, el solista y el guitarra cervecero, se acercan a la punta del escenario; el guitarra empieza a tocar los compases de la canción, y el solista nos acerca el micro o como se diga (yo no sé si iba), y nosotros berreamos la canción. Sólo nos dejaron llegar hasta el primer estribillo.
Y entonces sí, se fueron.

Los meses siguientes, Gatos Locos serían nuestro grupo favorito, y "Bailarás", la canción simbólica con la que iniciar las fiestas cerveceras. Supongo que duró hasta que Rebeldes sacó un nuevo disco, o algo así.

Por hoy ya vale con dar la lata en plan cebolleta (eh, he escrito dos entradas en el mismo mes, me debe de estar pasando algo); el próximo, si no hay nada que contar, sigo con otro concierto: Revólver en Castellón.

4 comentarios:

Gorpik dijo...

Hola :)

Monica dijo...

Hola chico te escribo para recordarte la relación entre los Gatos Locos y Arañuel! El solista del grupo se llama Fernando y como bien has dicho es de cambrils pero su família proviene de Arañuel, donde él acudía a veranear, igual que muchos de nosotros... Como verás yo también voy al pueblo. Recuerdo un verano en el que tocaron Los Gatos Locos en Arañuel y fue increible, el mejor concierto en el que he estado. Q tengas un buen día!!!!

Pucela dijo...

hola Gorpik :)

Gracias Monica; no tengo el placer de conocerte (creo), sí al pueblo, que en verano a veces vamos(este, dos veces, entre allí y Montanejos). Recuerdo que tocaron en Arañuel, pero no podíamos subir. Y gracias por la información :)

Víctor Alós dijo...

Joder si me acuerdo, cabrón...
Frito me tuvisteis sirviendo tras la barra, y sin poder disfrutar de ellos.
Al menos, tuve suerte y me tocó la del concierto...
Hasta los huevos estaba del puto autobús.
Eso sí, que maravilla de noche, oye...
Un saludin