martes, septiembre 13, 2005

Pucela en Pucela (I: introducción)

Comienzo la serie sobre el gran viaje. Escribo esto cuando me falta un rato para ir al dentista a que me extraiga otra muela (la segunda extracción), habiendo ido ayer a que me hiciera un empaste con protector del nervio (suena fatal, a que sí). Estos días estoy un poco nervioso y trastocado por todo lo del dentista (mi miedo atávico, ya sabéis; una cosa es que me atreva a ir, y otra que vaya contento y relajado, que a tanto no podemos llegar).
Pero hay que detallar el magnífico Gran Viaje. A la espera de otro viaje (el de Mazinger), que hemos aplazado un poco para poder disfrutarlo más (pero que será antes de este invierno, estén atentos a sus pantallas).

Introducción.

El destino del viaje era la población de Mayorga de Campos (al norte de Valladolid, lindando con la provincia de León). En esa población, hace un centenar -menos uno- de años, nació mi abuela materna. De allí desciende mi familia y lo que soy; de allí viene el seudónimo con que firmo estas letras.

¿Y por qué hacerlo ahora?
Como decía en otro mensaje, porque este está resultando ser el año especial en que hacer este tipo de cosas.
Y, en un plano más práctico, porque si no lo hacía ya, me debía esperar varios meses más. Yo trabajo entre semana, y si tengo a los niños conmigo (ya sabéis, en custodia compartida), los cuida su madre. A su vez, su madre trabaja en fines de semana, y si tiene a los niños ella, los cuido yo.
Es decir, los fines de semana: o bien tengo a los niños, o bien los tiene su madre, pero parte dl día (mientras ella está currando) los cuido yo.
Pero el fin de semana del 3 y 4 de septiembre, los niños los tenía su madre, y ella libraba (por vacaciones) el fin de semana. Así que podía disponer de esos dos días.
En los siguientes fines de semana, no podré disponer. Éste era el momento adecuado.

Así pues, nos pusimos a planificar el viaje.
Saldríamos el sábado a las 5h, hasta el domingo a las 20-21h. Casi 1500 km, y 40 horas de viaje. Mi hermano, su novia y yo. Todo preparado y estupendo para salir.

Pero tuvimos un contratiempo grave. Mi hermano y su novia no podían venir. O iba yo solo, o no iba. Estuve dudando hasta última hora si ir o no... E incluso planifiqué cómo hacer el viaje un mes después, con más tiempo (aunque teniendo más problemas de horario).
Una pena, pero el viaje quedó cancelado. Una vez más (Y digo "una vez más" porque no es la primera vez que pensaba en ir hasta Mayorga de Campos, la verdad).

El sábado a las 10h, casi de milagro, se solucionaron los problemas, y podíamos irnos todos si queríamos. Yo, en principio, me negué, ya que no había nada preparado y se nos iban gastando las horas.

No se cómo, pero lo preparamos en un santiamén. Salimos a las 11:30h del sábado, seis horas y pico después de lo planeado. El viaje no iba a tener 40 horas, sino treinta y tres.

Pero allí íbamos: directos, hasta Mayorga de Campos, el pueblo que vió nacer a mi abuela en el año 1906.

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