jueves, enero 19, 2006

Jugar: cuentos, dados, teatro.

Entre las cosas que más me gustan, tiene un lugar preferente el "jugar con mis críos".
En estos días de constipados, frío y estar en casa, es muy apetecible jugar, leer o saltar con ellos (saltando, saltando, el otro día rompimos una tabla de un sommier, pero esa es otra historia....).

Hoy os voy a hablar de tres juegos con los niños:

1.- El Libro de los Cuentos Infinitos.



Éste es un libro que me regalaron Imperator y Rapunzell en un viaje a la costa levantina; así que, gracias, majos!
Se trata de un libro con más de un centenar de ilustraciones de cosas, animales, o situaciones cotidianas para niños que protagonizan dos conejitos.
Y en casa lo hemos convertido en un libro mágico de cuentos, de la siguiente forma:
- se abre una página al azar, y se empieza la historia, donde ha de salir el personaje o situación de la ilustración que ha salido
- se cierra el libro, se abre otra página al azar, se continua la historia (donde ha de salir el personaje o la situación, claro)

Generalmente hacemos cinco etapas, yo comienzo la historia, luego ellos tres la siguen abriendo las páginas al azar (por mi parte, echo un cable a Martín, y él me ayuda abriendo mis páginas), y yo la acabo. Aunque tendré que dejarles comenzar y terminar la historia por sí mismos.

Algún día tendré que sustituir el libro por cartas hechas al uso con personajes y lugares típicos de los cuentos; pero por ahora, el libro ha sido una estupenda idea para acabar contando una historia con todos nosotros.

2.- Dados con múltiples caras.



Como al mayor le gustan las matemáticas, no se me ocurrió mejor idea que comprar tres dados de varias caras; uno con diez caras (del 0 al 9), otro con 12 (del 1 al 12), y otro con 20 (del 1 al 20).
Para poder tirar dos de ellos y tener que sumar los números, o restar el menor del mayor, o tirar los tres y ordenarlos.

Pero pronto le dimos mayor utilidad a los dados. Hice muñequitos pequeños de plastilina, acompañados de trolls (malos) y dragones (buenos). Eran dos equipos, luchaban el uno contra el otro, y los muñequitos utilizaban el dado más pequeño (del 0 al 9), y los trolls y dragones el más grande (hasta el 20); así, un troll se cargaba varios caballeros antes de caer él muerto.

Como todos los niños se interesaban, al final compré seis dados mas, formando tres grupos de dados, con la numeración que he contado antes, y de tres colores distintos (un grupo azul, otro rojo, y otro blanco).
Después, con un cartón, una regla y ceras, hice un tablero, con casillas que se veían interrumpidas por un castillo, un río (con dos puentes) y dos bosques. Allí plantamos los "ejércitos" de plastilina, y nos pusimos a jugar.

Resultó divertidísimo. Aunque es cansado hacer 30 bichos de plastilina (hechos de forma muy simple, la verdad) para romperlos en media hora de juego.

Ni hay que decir que los nueve dados que he comprado se conocen como "dados de rol", y ya me han acusado de querer meter el germen del demonio en casa, haciendo a mis hijos asesinos psicópatas de mayores. Quien me ha dicho esto tiene más ciencia ficción que el tablero con trolls y dragones, pero bueno. Allá ellos.

3.-Teatro de los Reyes Magos.



Entre otros regalos, los Reyes Magos decidieron dejar en mi casa un pequeño teatro. Con su cajoncillo para las marionetas, su cortinita que se corre para dejar paso al espectáculo, y su cajita con distintas músicas para ambientar la historia.
Como tengo casi una veintena de marionetas en casa (más las que se pueden hacer con un palo, pinturas y dos cartones, o un simple calcetín), promete ser la atracción del momento.

Por ahora, sólo he hecho dos representaciones en el teatro (las marionetas interpretaban dos cuentos de la editorial kalandraka), mientras los niños se van atreviendo a crear sus propias obras.
Cuando estén más experimentados, prometo grabarlas en vídeo (no para atormentar a nadie que se pase por mi casa, estáos tranquilos familiares y amigos; será para uso y disfrute personal).

Gracias por leer mis largos mensajes; yo a lo mío, que como se habrá supuesto, es jugar con los pitufos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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