viernes, abril 22, 2005

21/22 de abril: Luto

Finalmente, mi viejo Kadett rojo apareció ayer, en un camino de una población sita a 20 km de Onda (mi ciudad).
Calcinado.

Hoy, mi hermano y yo hemos ido a despedirle. Hemos hecho algunas fotos, y dudo de si colgar alguna o no (no estoy seguro de que fuera homenaje, o sadismo morboso).
El coche, además de quemado, estaba reventado y "torturado" (si se me permite la expresión). Las suspensiones, que son de hierro, reventadas a bases de trompos y derrapes. Los neumáticos traseros, los muebles y las llantas, igual. El volante, arrancado. Los cristales, rotos (no han estallado por el calor).

Después de robar el "viejo coche rojo" (así lo llaman los niños), y antes de prenderle fuego, lo han machacado. Se han ensañado con él.

¿Y por qué?

Me gustaría pensar que sólo ha sido por el hecho de divertirse con un coche viejo, pero no da esa impresión.

Quizá hay algo más.
Me resulta terrible pensar qué puede haber pasado, qué intención hay detrás de todo esto.

Hoy ni quiero, ni soy capaz de calentarme la cabeza con según qué cosas.
Hoy, guardo luto por mi Opel Kadett 1600 5p, matrícula CS-7227-V, "nacido" en 1989 y con 135.000 kilómetros detrás.

Un montón de esos kilómetros se han hecho con los niños dentro.
Pienso en los niños, hace unos días, cantando la canción del "Pirata Barbaroja, que tiene un parche en el ojo" mientras los llevaba al colegio en el viejo coche rojo.

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