martes, abril 12, 2005

Treinta tacos.

Esta tarde estoy cansado; no físicamente, sino anímicamente. Pero mañana estaré mejor (si bien estoy cansado anímicamente por determinada situación, estoy más cansado por el hecho de estar cansado que cansado en sí mismo por las circunstancias).

Mientras comía, y pana no hacer nada relacionado con el trabajo, o con mis penas y desventuras, he ido leyendo mensajes de correo atrasados, y sobretodo, blogs de los amigos, y enlaces de éstos, y enlaces de éstos otros.

He leído entradas antiguas de muchos blogs que tengo por ahí enlazados. Memorables las plastoseries de Gorpik, la historia del viejo coche de Rapunzell, o la relación paterno-filial de Imperator; o las barbaridades medio machistas que escribí yo mismo en mis "colaboraciones" con el blog de mi hermano. Ejem.

El caso es que, entre blogs y blogs perdidos, he leído en unos cuantos cosas sobre la edad. Mujeres y hombres treinteañeros, o casi, que hablan de aniversarios, cumpleaños y demás.

Y me he dicho "joer, treintañeros, cuántos años y cuántas cosas detrás".
Y he pensado un poco mejor.

Mecagüen mi estampa, yo también tengo treinta años ya.

No hay comentarios: