jueves, abril 14, 2005

Las defensas resistirán.

Me permitiréis que escriba el estribillo de una canción de Revólver que (por desgracia) aún no he escuchado:

Ahora que es ahora y no mañana
por que creo sólo en lo que tengo hoy
ahora que descubro que son ellos
los que me hacen más feliz y ser mejor
Más por ellos que por mi, más por ellos que por mi
(Revólver, del disco "Mestizo")

Y ahora, perdonad por ser ligeramente friki.

LA COMUNIDAD DEL ANILLO

Frodo: Ojalá el Anillo nunca hubiera llegado a mí. Ojalá nada hubiera ocurrido.
Gandalf: Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir. Lo único que podemos decidir es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado. Hay otras fuerzas actuando en este mundo, Frodo además de la voluntad del Mal. Bilbo estaba destinado a encontrar el anillo, y como consecuencia tú también estabas destinado a tenerlo. Y eso es un pensamiento alentador.

Gandalf: ¡Por el puente! ¡Corred!
(ante el Barlog) ¡No puedes pasar!
Frodo: ¡Gandalf!
Gandalf: ¡Soy siervo del Fuego Secreto, administrador de la Llama de Anor! ¡Tu Fuego Oscuro es en vano, Llama de Udûn! ¡Regresa a la Sombra! ¡¡No puedes pasar!!


LAS DOS TORRES

Gandalf: Entre fuego y agua. Desde la abismal mazmorra hasta la más alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth.
Hasta que al final abatí a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña. La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo. Las estrellas recorrían el firmamento y cada día era largo como una edad en la tierra. Pero no fue el fin. Sentí vida de nuevo en mí. Se me ha devuelto aquí para completar la tarea.
Aragorn: Gandalf.
Gandalf: ¿Gandalf? Sí... así solían llamarme, Gandalf el Gris. Ese era mi nombre.
Gimli: Gandalf.
Gandalf: Soy Gandalf el Blanco. Y en los albores de la tempestad vuelvo a vosotros.
Una etapa de vuestro camino ha terminado, otra comienza.

Gandalf: Te necesitará llegado el momento, Aragorn. El pueblo de Rohan te necesitará. Sus defensas deben resistir.
Aragorn: Resistirán.
Gandalf: El Peregrino Gris, así solían llamarme. Tres mil vidas de hombres he hollado esta tierra, y ahora me falta tiempo. Con suerte, mi búsqueda no será en vano. Espera mi llegada con la primera luz del quinto día. Al alba mira al este.
Aragorn: Adiós.


Aragorn: Dame tu espada. ¿Cuál es tu nombre?
Haleth: Haleth, hijo de Háma, mi señor. Los hombres dicen que no pasaremos de esta noche. Dicen que no hay esperanza.
Aragorn: Tienes buena espada, Haleth hijo de Háma. Siempre hay esperanza


Théoden: Demasiada muerte. ¿Qué pueden los hombres ante tan aciago destino?
Aragorn: ¡Cabalgad conmigo! Resistid y enfrentadlos.
Théoden: Por la muerte y la gloria.
Aragorn: Por Rohan, por vuestro pueblo.
Gimli: Está saliendo el sol.
Gandalf (voz en off) : Espera mi llegada con la primera luz del quinto día. Al alba, mira al este.
Théoden: Sí, sí. El Cuerno de Helm resonará en el Abismo una última vez.
Gimli: ¡Sí!
Théoden: ¡Ha llegado la hora de empuñar juntos el acero! ¡Coraje, despierta! ¡Ahora, por ira holocausto y rojo amanecer!
Théoden: ¡A ellos, Eorlingas!

Frodo: No puedo hacer esto, Sam.
Sam: Lo sé. Ha sido un error. No deberíamos ni haber llegado hasta aquí... Pero henos aquí, igual que en las grandes historias, señor Frodo, las que realmente importan, llenas de oscuridad y de constantes peligros. Ésas de las que no quieres saber el final, porque ¿cómo van a acabar bien? ¿Cómo volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido?
Théoden: ¡Victoria! ¡Nuestra es la victoria!
Sam: Pero al final, todo es pasajero. Como esta sombra, incluso la oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día. Y cuando el sol brilla, brilla más radiante aún. Esas son las historias que llenan el corazón, porque tienen mucho sentido, aun cuando eres demasiado pequeño para entenderlas. Pero creo, señor Frodo, que ya lo entiendo. Ahora lo entiendo. Los protagonistas de esas historias se rendirían si quisieran. Pero no lo hacen: siguen adelante, porque todos luchan por algo.
Frodo: ¿Por qué luchas tú ahora, Sam?
Sam: Para que el bien reine en este mundo, señor Frodo. Se puede luchar por eso.


EL RETORNO DEL REY

Gollum: Amo debe entrar en túnel.
Frodo: He llegado hasta aquí, pero no sé si me atrevo.
Gollum: Pero no hay otro camino. Entrar o volver.
Frodo: No puedo volver.
Frodo: ¡Ah! ¿Qué es esto? Es pegajoso.
Gollum: Ya verá, sí, lo verá.
Frodo: ¿Sméagol? ¡Sméagol! ¡Sméagol! Oh, Sam.
Galadriel: Y a tí, Frodo Bolsón, te entrego la luz de Eärendil, nuestra más preciada estrella. Que ella te ilumine en los oscuros lugares, cuando las demás luces se apaguen.
Frodo: -¡Aiya Eärendil, Elenion Ancalima!- ( Salve, Eärendil, la más brillante de las estrellas.)


Éomer: No alcanzaremos la victoria con la fuerza de las armas.
Aragorn: No para nosotros, pero quizá así daremos a Frodo una oportunidad.

Aragorn: ¡Seguid en posición, hacedles frente! Hijos de Gondor y de Rohan, mis hermanos. Veo en vuestros ojos el mismo miedo que encogería mi propio corazón. Pudiera llegar el día en que el valor de los hombres decayera, en que olvidáramos a nuestros compañeros y se rompieran los lazos de nuestra comunidad, pero hoy no es ese día. En que una hora de lobos y escudos rotos rubricarán la consumación de la edad de los Hombres, pero hoy no es ese día... ¡En este día lucharemos! Por todo aquello que vuestro corazón ama de esta buena tierra, ¡os llamo a luchar, Hombres del Oeste!

Sam: ¿Se acuerda de La Comarca, señor Frodo? Será pronto primavera. Los huertos estarán todos en flor y en la Avellaneda los pájaros tendrán listos sus nidos. Comenzará la siembra estival de la cebada en los bancales. La degustación de las primeras fresas con nata. El sabor de las fresas, ¿lo recuerda?
Frodo: No, Sam. No recuerdo el sabor de nada. Ni el arrullo del agua, ni el tacto de la hierba. Me hundo en la oscuridad. Siento que no hay nada entre la rueda de fuego y yo. Ahora le veo, con los ojos despiertos.
Sam: Entonces acabemos con él, de una vez por todas. Vamos señor Frodo. Cargar con el Anillo no podré, pero sí cargar con usted. ¡Vamos!

Frodo: Se ha ido. Ya está.
Sam: Sí, señor Frodo. Al fin se acabó.
Frodo: Veo La Comarca. El río Brandivino, Bolsón Cerrado. Los cohetes de Gandalf. Las luces de la fiesta del Árbol.
Sam: Rosita Coto, bailando. Llevaba cintas en el pelo. Si me hubiera podido casar, habría sido con ella. Sólo con ella.
Frodo: Me alegro de estar contigo, Samsagaz Gamyi, aquí al final de todas las cosas.


Gandalf: Llegan ahora los días del Rey. Bienaventurados sean.

Frodo: me contó un día que las grandes historias nunca terminan. Que cada uno de nosotros debe coger el relevo de la narración. Su papel en este relato había concluido. No habría mas viajes para Bilbo, excepto uno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Théoden: Demasiada muerte. ¿Qué pueden los hombres ante tan aciago destino?
Aragorn: ¡Cabalgad conmigo! Resistid y enfrentadlos.
Théoden: Por la muerte y la gloria.
Aragorn: Por Rohan, por vuestro pueblo.
Gimli: Está saliendo el sol.
Gandalf (voz en off) : Espera mi llegada con la primera luz del quinto día. Al alba, mira al este.
Théoden: Sí, sí. El Cuerno de Helm resonará en el Abismo una última vez.
Gimli: ¡Sí!
Théoden: ¡Ha llegado la hora de empuñar juntos el acero! ¡Coraje, despierta! ¡Ahora, por ira holocausto y rojo amanecer!
Théoden: ¡A ellos, Eorlingas!

Esa parte es genial. No tendrás esa parte en video?????????