jueves, marzo 25, 2004

El Principito

Estos días me he leído El Principito (no lo había leído nunca, a mis 29 años ya...), por recomendación de una amiga.

A veces me gusta sentirme como un niño. En muchas ocasiones, jugando con mis hijos en el suelo de mi casa, estaba integrado con ellos (saltando, bailando, cantando, gritando, reptando, luchando con espadas imaginarias, haciendo el trenecito...). A poco que lo piense, son los mejores momentos de esta etapa de mi vida.

Ya me pueden venir maldiciones. Teniendo a mis hijos en el 'haber' de mi vida, ya puede ponerse lo que se quiera en el 'debe', que el balance será positivo. No sólo son lo mejor que tengo; son lo mejor que voy a tener (y bien contento que estoy de que sea así).

Soy feliz, sintiéndome como un niño junto a mis niños.

En alguna ocasión, la madre de ellos me dijo que en vez de lidiar con tres niños, debía lidiar con cuatro, en referencia a mi persona.
Ella ni lo sabía ni lo pretendía, pero me estaba regalando un cumplido.