miércoles, febrero 16, 2005

"Esto está en el cuerpo de la mamá, y esto otro..."

Desde este verano, todas las semanas vamos a la Biblioteca Infantil de Onda. Y allí cogemos tres libros de cuentos, y una película (el máximo que nos podemos permitir).
Por su parte, hace ya mucho tiempo (más de lo permisible para la casa de reparaciones) que se nos fastidió el vídeo, de forma que sólo podemos coger DVDs de la Biblioteca.
Y el resultado es que ya nos acabamos todos los DVDs de películas; así que, a instancias de mi hijo mayor, comenzamos a coger diversos capítulos de la serie "El Cuerpo Humano", de "Érase una vez... la vida".

Como decía en el post anterior, yo la veía de pequeño, y no concibo cómo puede haber cambiado tanto la televisión para que pueda entretener y formar a un niño. Lo dicho: una semana entera, con la programación de todas las cadenas, vale un pimiento al lado de un sólo capítulo de las series "Érase una vez...".

Mi hijo mayor, Juanma, con esa serie, ya sabe más que yo de globulos rojos, leucocitos, médula ósea, huesos, ADN, etc. Por mí, encantado, más si tenemos en cuenta que no le he "impuesto" la serie, sino que él mismo elige la serie, e incluso el capítulo que quiere ver, al ir a la Biblioteca. Mientras tanto, el mediano y el pequeño, encantados, aunque se enteren un poco menos (cosas de la edad).

¿Y por qué os cuento esto?

El pasado viernes, mientras esperábamos a que echaran una película en el Cine infantil (los llevo a los tres, que sale gratis, se divierten, y ven pelis, que es mejor que los programas de Ana Rosa, Patricia, o quien sea), estuvimos un rato en la Biblioteca.

Y en eso, que yo ví un libro con fotos de células del cuerpo humano (y datos, gráficas y eso). Me llamó la atención, y lo cogí para enseñárselo, allí mismo, a mi hijo mayor.
Acerté, que eso de ver en una foto los glóbulos rojos, o a un glóbulo blanco fagocitando una bacteria, le interesó muchísimo.

El caso es que, pasando página tras página, explicando al niño que preguntaba 'eso qué es? eso para qué sirve?", aparecieron unas fotos de un óvulo y un espermatozoide. El niño, como es obvio, preguntó qué era y para qué servía (sobre todo el espermatozoide, que el niño ya entró diciéndome que parecía un renacuajo).



Ok. Le contesté con toda la naturalidad del mundo: el óvulo lo tienen las mujeres, y el espermatozoide los hombres. Ambos tienen información genética dentro, y su objetivo es que se encuentren, se junten, y formen un nuevo ser humano.
Que, para encontrarse ambos, el hombre y la mujer tienen que hacer el amor, introduciendo el hombre el pene en la vagina de la mujer (no fui muy gráfico en esto, que el chaval tiene 5 años y medio).
Una vez un montón de espermatoziodes están dentro, van "a la caza" del óvulo, y si uno llega hasta el mismo y lo fecunda (entra dentro), a partir de ahí empieza a crecer un ser humano.

En la página siguiente salía un óvulo fecundado, y muchas imágenes de fetos en diversas fases del crecimiento, acabando con la foto de un bebé. Le pude contar al niño cómo, de ese óvulo+espermatoziode acababa saliendo el bebé, que iba creciendo poco a poco dentro de la tripa de su mamá (le contaba, para su sorpresa, que él mismo había tenido la forma del feto que veía en las imágenes mientras crecía dentro de su madre).

Después, seguimos con las páginas del libro en cuestión (la siguiente creo que iba de los huesos), hasta que se hizo la hora de ir a ver la peli.

Y eso es todo por hoy.

PD.- Si hace ocho años me hubieran dicho que tal día estaría explicándole a un niño de 5 años cómo se hacen los bebés, y que ese niño sería mi propio hijo, ... bufff, ni os cuento. Pero me encantó hablar con el niño, y la mirada atenta ante mí.

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