martes, febrero 22, 2005

Referéndum: mi voto.

No me gusta el resultado del referéndum del pasado domingo. Todo el mundo se ha declarado vencedor. Zapatero, el PP; los nacionalistas catalanes y vascos, Llamazares... buff!!

Y, desde luego, no es el resultado que se ha merecido la clase política de este país, y la campaña que se ha realizado. Lo que se hubiera merecido es que votara el 75% de los electores, pero que el 75% de las papeletas hubieran sido en blanco. Demasiada desinformación (o información interesada, que es lo mismo), mentiras gordas (no cierra puertas al Plan Ibarretxe, ni abre puertas a la sentencia de muerte), e intereses alejados del verdadero sentido que pudiera tener el texto.

Además, que no sólo la gente no se lo ha leído, sino que desde el Gobierno se ha hecho lo posible para que no se leyera. ¿No deberíamos tener todos un ejemplar del Tratado que se vota? ¿No deberían explicarlo de verdad, en vez de poner a tres actores recitando los artículos que quedan más chulos y positivos?

Pero bueno. Es lo que hay.

Yendo al grano: os iba a contar cómo fue mi voto, en la primera vez que hay elecciones a algo y no soy interventor.

Tenía decidido votar, pero dudaba entre el sí, el no, y el voto en blanco.

Sinceramente, como decía antes, la mayoría de los ciudadanos deberían haber votado en blanco, por el desconocimiento (permitido y alentado) del Tratado que se iba a votar. Pero no puedo hablar por mí: yo, aunque en parte (los “anejos” farragosos no se los ha leído ni quién los escribió), sí me he leído la Constitución Europea. Y junto al texto, me he leído innumerables opiniones en contra o a favor, de forma interesada o de forma técnica.


Sin tener nada claro qué debía votar, el hecho de haberla leído me inclinaba hacia un sí o un no. Pero, si no acababa de decidirme, acabaría votando en blanco (lo que nadie me iba a quitar es el derecho y voluntad de participar).

¿Por qué No?

Porque no es una Constitución sino un Tratado internacional entre Estados, donde los sujetos del mismo son siempre los Estados y nunca los ciudadanos; y ahí radica el mayor timo que le han pegado a la gente.

Porque el referéndum se ha hecho en España de manera no vinculante (y se podría haber hecho vinculante), y el Gobierno se merece que salga que no y se lo tenga que comer con patatas.

Porque si otros países dicen que No, no hay ningún sistema preparado (o sí lo hay, pero no lo han hecho público) para ver qué pasa entonces. Y en cualquier caso, un No no es salirse de Europa, sino que se tendría que seguir aplicando el Tratado de Niza.

Porque sigue siendo una Europa unida por el mercado, la moneda y el capitalismo, y no unida de forma política por los ciudadanos (y así seguirá muchos años).

Porque siento que me timan cuando relacionan el Plan Ibarretxe y los nacionalismos con el referéndum; no tienen nada que ver, no se afectan unos y otro.

Ahora bien, algunos mamelucos dicen que hay que votar No porque el Tratado permite la pena de muerte en algunos casos, incluidas las insurrecciones populares. Y claro, se han puesto a decir que tras este Tratado, los policías podrán disparar contra las masas... Ejem. ¿pero no se han dado cuenta de que Europa es el mejor sitio del mundo para ejercer todo tipo de libertades? ¿Alguien se cree que en Alemania se va a montar un Tiananmen?

¿Por qué Sí?

Porque, a pesar de oír que ésta es la Europa del capitalismo, y que se baja al detalle en los términos económicos y derechos de mercado mientras sólo se pasa por encima de los derechos sociales, no me lo creo. Este Tratado es mejor que ningún otro que haya existido antes en Europa sobre derechos sociales, y aunque haya que avanzar más, este Tratado ya avanza respecto de lo que había. Y establece algunos derechos como fundamentales y directamente aplicables, cosa que antes no existía.

Porque a mí tampoco me gusta que el Tratado dé importancia a la Defensa europea y los presupuestos militares, pero me parece hipócrita el que algunos no quieran depender de EEUU para nada, pero tampoco quieran saber de gastos militares.

Porque si España pierde peso respecto al Tratado de Niza, es gracias a que en este Tratado el peso político depende más de la demografía que de la importancia de las naciones. Aún no es un hombre, un voto, pero se acerca más. Y si tenemos menos votos que Alemania, es porque somos mucho menores en población.

Porque es una avance político y económico para Europa, y eso, como en su día hizo el euro, no acabará beneficiando a todos; y a mí me gusta sentirme parte de Europa.


Podría seguir escribiendo síes y noes
durante muchos párrafos más; pero ya soy lo suficientemente pesado, y no quiero acabar perdiendo los pocos lectores de este blog.

Mientras pensaba si sí o si no, celebraba el 22º cumpleaños de mi cuñada (ale, que sepas que te pueden felicitar por intenné, I.), y saludaba a mi cuñado, se hicieron las seis y media de la tarde. 18:30 horas.

Con la compañía, entre otros, de mis hijos, me fui al Colegio Electoral.

Pero aún no tenía tomada la decisión.


Me senté al lado de mi hijo mayor, Juanma, y le expliqué, en la medida de mis (y sus) posibilidades, la importancia de participar en democracia. El niño, con sus 5 años, hacía un esfuerzo por entenderme.

Cogí las tres papeletas posibles, y muy brevemente, contaba a Juanma qué significaba la decisión, y el sentido de la misma (sí, no, blanco).

Finalmente, le pregunté: Juanma, cariño, ¿tú que votarías...?

(NOTA: Respuesta de Juanma, y sentido de mi voto, en mi fotolog)

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