martes, marzo 01, 2005

Manos valiosas, post-it para mí mismo, foto.

Mis manos son ahora mucho más valiosas que hace una semana.
¿Y por qué?
Porque, a lo largo de la semana pasada, he tenido la oportunidad de estrechar otro montón de manos, que dan un extraordinario valor a las mías.

El viernes alegré la mañana tomando algo con Imperator. Es estupendo conocer y congeniar con gente de la que has sabido su existencia a través de internet. Si esa gente tiene la valía y el verbo de Imperator, ya ni os digo. Sólo me queda agradecer el rato, y amenazar con visitar algún día Madrid para devolver el almuerzo, y pasármelo el doble de bien (doble porque me encanta Madrid, y doble por si hay suerte y en Madrid tropiezo no sólo con el chico, sino con la pareja).

Y el sábado, a la aventura. Juanma, Salvador, Martín, y yo, cantamos rock'n'roll en el coche, cruzamos el río Ebro (que ellos nunca habían visto), y hasta adelantamos un tren cuya vía iba en paralelo a la autopista. Y eso era sólo el viaje de un divertido destino: la calçotada de Mensa, en Cambrils (Tarragona).
No puedo nombrar a nadie que estrechara mi mano, o diera dos besos. Tal vez me olvidara a alguien, y sería tremendamente injusto. El valor añadido de la calçotada no era saludar, o conocer, a uno o a otra: era estar allí, ser uno más de las casi cien almas. Acabé cansado, sucio y dolorido, al igual que mis hijos: y ésta es la señal de lo bien que lo pasamos.

Me alegro mucho de haber coincidido con otras manos este fin de semana.
La idea es desear que lleguen pronto otros días para coincidir con esas manos, quizá con algunas nuevas.
Mis manos os agradecen estos días.

Acabo con una "Nota para mí mismo":
En mi última entrada del año 2004, escribía algunas líneas sobre la buena estrella que tuve ese año, y a la vez dejaba constancia de mi deseo para el año presente: "Año 2005, quiero más".
Pues bien. Ya han pasado dos meses del año 2005.
Y como no puedo quejarme, pues no me voy a quejar.

Llevo el año 2005 con la misma línea que el 2004, yendo cada vez un poco más allá en lo que deseo. Sea con los niños (visitar más 'sitios divertidos', implicarme más en su educación, etc), en política (ejem....juas), en mi futuro (que sí, de verdad, que ya me estoy leyendo leyes para hacer oposiciones.... -o no-).
Estoy muy contento con mi vida y con cómo me van las cosas. Y alguno/a pudiera sorprenderse (ya que se supone que algunas cosas "no van"), pero eso no me quita que pueda vivir en el 'país de la piruleta'.

Aunque lo cierto es que he localizado un problema que me impide avanzar en mis planes tanto como yo quisiera. No sé si llamarlo 'dispersión', o 'falta de remate'. Mi prioridad son mis hijos y lo que tenga que ver con ellos, lo tengo claro y de esa máxima ni me aparto, ni me voy a apartar. Pero en el resto de cosas, me encuentro muchas veces queriendo abarcar demasiado y llegando a poco.
La verdad, la verdad... antes me planificaba mejor el tiempo.
Deberé volver a optimizar mis horas.

(y esto lo escribo hoy, para venir aquí dentro de dos meses y ver si he solucionado mi "optimización" del tiempo).

Y fin del mensaje con foto lúdica; he vuelto a actualizar mi fotolog, esta vez con una foto de mi hijo mediano, Salvador. Para los curiosos.

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