martes, noviembre 16, 2004

Dijous de Fira, día cirquense (Fira d'Onda, parte VI)

Mil perdones por las interrupciones bruscas de mi plastoserie, que aún, extraordinariamente, va por la mitad (hay diez partes, recuerden y abúrranse, señores/as).

Después del miércoles, llegó el jueves (dijous), como suele ser. Uno de los pocos días sin toros. Y, a cambio, había espectáculo para niños por la mañana y por la tarde:

- por la mañana, una compañía de animación "enseñaba" (es decir, jugaba y chis-pum) a los niños "técnicas cirquenses". Algo de marabalismo, bastante entretenido, pero con una pega: el sitio que les dieron a la compañía de animación era más bien pequeño, y los niños estaban como sardinas en lata.
De mis hijos se divirtió el mayor, y al final de todo el pequeño, pero el mediano no se atrevió a entrar, y allí estuvo mirando (o tal vez su forma de divertirse era mirar y ya está, e insistiéndole a entrar sólo conseguíamos agobiarle).

- por la tarde, más juegos infantiles, trenecito, manualidades, y saltos, y luego otro espectáculo: el de unos payasos-malabaristas-equilibristas, pegando saltos, volteretas y juegos malabares sobre bicicletas, cuerdas o unos encima de otros; éste "circo de calle" estuvo muy bien, los niños se lo pasaron pipa.

De forma que el jueves fue el día más típico de la semana, en el sentido de que los niños participaran de la fiesta desde su pequeña visión de las cosas. A falta de cuatro días para volver al trabajo, yo ya dí por buenas mis vacaciones (uhhh!), que con mi "mala suerte vacacional" no es poco.
Mi idea cuando solicité esta semana de vacaciones era que los niños disfrutaran como lo que son: como niños.
Aix! Últimamente, cuando hago planes de este tipo me salen bien.
Tengo los hados de mi parte (o los tienen los niños, y yo participo).

Pero, claro, un día sin toros merece algo más que espectáculos infantiles. Aunque no participamos en ninguno de estos actos, estas son las otras cosas destacadas que tuvo el Dijous de Fira:

- Misa de la 3º Edad, visita de la Reina de las Fiestas a la Residencia de Ancianos, y Comida y Baile para los ancianos. Es costumbre que un día se hagan unos cuantos actos para los ancianos, y que así se queden contentos. No como los niños, que necesitan más de un acto, o los "toreros", que mandan de las fiestas. O los jóvenes en general, que se da por hecho que se divierten por sí mismos y no necesitan oferta de actividades festivas (salvo los toros).
Además, si eres joven, te montas un grupo de amigos, alquilas un mini-habitáculo para las fiestas, y por dos semanas el habitáculo te vale más o menos lo que serían esas dos semanas en el Gran Hotel Velázquez de Madrid, pues apañado vas. Te queda pasta y ganas para beber cerveza e ... ir a los toros.

- Pasacalle de disfraces. Es decir, las peñas de amigos se disfrazan todos juntos, y salen a dar una vuelta por el pueblo disfrazados, para acabar delante de la orquesta. Hay premios y tal, para la gente que se toma en serio la cosa y sale disfrazado de verdad. Norma de la casa: se va borrachuzo, como en todos los pasacalles.
En sus días, mi hermano y yo salíamos disfrazados con la peña, o sin ella. Generalmente nos disfrazábamos de abuelas. Un año creo que se disfrazaron (yo no salí) de Dragon Chino con un trozo gigante de tela verde, que años después, mi hermano utilizaría como acomodamiento paraaaaa.... estoooo...... (si eres menos de 18 años, pon en la barra de dirección www.disney.com; si eres mayor, escribe a mi hermano que tiene los royalties de la historia).
Si algún día mi hermano y yo salimos disfrazados de nuevo, tenemos una idea: salir con botas camperas (con espuelas y todo), tanga de leopardo y una máscara de un Alien con muchos dientes. No sé yo si tendremos éxito, llegada la ocasión (se permiten sugerencías para el "título" del susodicho disfraz).

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