jueves, noviembre 11, 2004

Dimecres de Fira, teatro y lluvia (Fira d'Onda, parte V)

Al miércoles (dimecres en valencià) le dió por salir un poco lluvioso.

Por la mañana debíamos elegir entre ir al parque infantil (al que seguro iríamos por la tarde), o a ver más cosas y más compras. Nos decidimos por las dos cosas.

De inicio, a coger la barbacoa que ya habíamos decidido, y mientras miramos otros cacharros, acabamos pensando en ir a mirar lo que será el gran "gasto gordo" del año: comprar un coche nuevo. Parece ser que será un monovolumen (pareja, tres críos y una perra ya no caben en otro sitio). Ahora, hay que hacer unas cuentas que te mueres para que nos cuadre todo. Si fueramos una empresa y viniera un auditor a mi casa, antes de decirle nada me entregaba yo en plan pacífico, sin armas.
Cuando acabe la plastoserie, os contaré más cosas de los coches, y de mi pequeñito Rover, al que perderemos como coche oficial, y que le dediqué este post hace varias semanas.

Y por último, un ratito pequeñín en el parque infantil.
Fue una mañana de miércoles tranquilita.

Por la tarde, cuando nos preparábamos para asaltar el parque infantil de la plaza central del pueblo, salió la lluvia a decorar el paisaje. Nuestro gozo en un pozo.
A veces, cuando hay actividades al aire libre y llueve, las recogen y las meten en un pabellón municipal que han construido hace poco. Probamos suerte... y acertamos!
Allí, dentro del pabellón, e incluso con más seguridad y mejor temperatura ambiente que en la plaza al aire libre, los críos siguieron divirtiéndose.

A las 19:30, en el cine-teatro de Onda (que se llama Cine Mónaco desde la memoria de los tiempos, en plan glamouroso), el espectáculo del día era una obra de teatro para niños. Muy oportuno, eso de que el espectáculo dentro del cine coincidiera con la única tarde de la semana con lluvia.
Nos metimos en el cine, y a ver el teatro. Algo temerosos, ya que la oscuridad y el ambiente podían asustar o impresionar a los críos. Pero nada de nada.

No les impresionó la oscuridad, ni el ambiente ... ni el espectáculo.
Una obra de teatro con dos actores, que se iba intercambiando con la emisión de parte del contenido en la pantalla del cine (a veces salía el actor, y a veces lo veías moverse pero en la pantalla) todo muy colorista y efectista, y con una especie de guiño-secuela-parodia-yoquesé del Señor de los Anillos, Star Wars, etc.
Muy raro de explicar. Es más, imposible de explicar, porque yo no entendí prácticamente nada. Creo que era una especie de teatro cultutal-postmoderno o algo de eso que nos venden como arte a veces.
Si yo no lo entendí, imagináos mis hijos. No pillaron ni para, aunque se entretuvieron con los colores y la música (e hinchándose de piruletas).

Bueno, pues aprecio mucho la creatividad, buena fe e interés de los que hicieron el espectáculo y de quienes lo contrataron, pero esta vez no me gustó. I'm sorry.

Y tras el espectaculito, vuelta a casa. Que al día siguiente habían más cosas por ver.

No hay comentarios: