martes, noviembre 02, 2004

Primer sábado, pasacalle (Fira d'Onda, parte I)

Se acabaron las fiestas mayores de mi pueblo (las llamamos Fira d'Onda), mis pequeñas vacaciones de diez días (en las que me ha ido la mar de bien, como en las que tuve en verano; este año, tengo suerte), y vuelvo al trabajo. También será cuestión de que vuelva a mis "asuntos interneteros", entre los que se encuentra este blog en el que compartir mi vida y milagros. Ok. Hola, y buenas tardes.

He estado de vacaciones desde el sábado 23 de octubre hasta ayer lunes 1 de noviembre. Pa' que los que lean esto se aburran, contaré un poco cómo me ha ido la cosa. Mi especial "plastoserie" de mis fiestas (el concepto plastoserie no es copyright mío, es de uno de los blogs enlazados, creo que de Gorpik -saludos!-).

Primer sábado de Fira: toros y pasacalle.

Oficialmente, la Fira d'Onda comienza el viernes por la noche, con un correfocs y la Cridà (la Reina de las fiestas, que en una joven de la población, sale al balcón del Ayuntamiento para pegar dos gritos, y luego una compañía de teatro se dedica a pegar fuego a la gente). Pero como yo no salgo por la noche (niños mandan), para mí empezó el sábado.

¿Y qué hay los sábados de fiestas de Onda? toros, el pasacalle, toros y más toros.
Los toros no me gustan (otro día comento más de ellos), y si cuando yo era pequeño había 6 toros (bous al carrer), en estas fiestas creo que habían llegado a 24. Hasta la gente a quien le gusta empieza a pensar que son demasiados. Pero, si querías caldo, dos tazas: lo de la lengua azul ha dejado a las fiestas diezmadas de toros. Bueno, otro día hablo de ellos. Estas fiestas me lo he pasado muy bien, y no he visto un solo toro.

Pasacalle. Si hubiera que describir el pasacalle en una frase, diría que son los grupos de amigos que se juntan para hacer fiesta (los llamamos los "casales"), que dan una vuelta a las calles del centro del pueblo, totalmente borrachos y haciendo el idiota tanto como pueden, bailando y cantando, mientras desde los balcones la gente les tira agua.
Este año yo no he salido, pero siempre que salimos acabamos igual: borrachos, mojados de pies a cabeza pasando por los ...., afónicos de gritar y cantar, y la mar de divertidos. En vez de salir, quedé con mi hermano para ir a verlo junto a mis hijos.
Por hoy, no hablaré de las propiedades educativas de llevar a tus hijos pequeños a ver en procesión a mil borrachuzos. Alguno de mis hijos incluso bailó un poco con las charangas que salían.

Y después del pasacalle, a comer. Y después de comer, a pegar una vuelta por el pueblo y la "Fira Alternativa". La fira alternativa consiste en que en una plaza del pueblo, una especie de vendedores ambulantes se ponen a vender cosas en sus paraetas (o stands). Están del tipo vendedores de comida (que es carísima, pero está buena), vendedores de juguetes y chorraditas (que son carísimos, pero mi padre compró mil cosas, sableado por mis hijos), y vendedores de cosas esotéricas (que son carísimas, y además no sirven para nada, como cristales mágicos que harán que no te duela el reuma, o un alambre para dar masajes, o una imitación de un perfume caro que vale más que el perfume caro).
Compramos churros, y sableamos a mi padre para comprar juguetes y globos.
Mientras, hacían toros en las calles del pueblo que el pasacalle había recorrido por la mañana.

Y por ahora, fin de la plastoserie. Mañana, más, con el primer domingo de Fira.

No hay comentarios: